Habitualmente
se pasa por alto porque los padres piensan que ese comportamiento “ya se le
pasará” e ignoran lo que ocurre pensando que pronto mejorará, pasando los años
y llegando el niño a ser adulto.
Generalmente
cuando nos referimos a personas con asperger hablamos de niños, pero no podemos
olvidar que estos niños crecen y se convierten en adultos. Y todos esos adultos
con Síndrome de Asperger están ahí, viven entre nosotros.
Y en muchos
casos han conseguido, a pesar de todo, tener vidas plenas, éxito en sus carreras
profesionales, tienen familia, pero muchos de ellos siguen teniendo problemas
debidos a la incomprensión, a la falta de apoyos, a la segregación silenciosa a
la que se ven sometidos.
Las personas
con asperger también sufren de acoso, en este caso en sus trabajos, o incluso
en las universidades donde estudian.
Las
dificultades, retos y necesidades que las personas con síndrome de Asperger
pueden presentar varían, como ocurre con todas las personas, en cada momento
del ciclo vital. Cuando se alcanza la edad adulta es imprescindible prestar una
atención específica a los siguientes aspectos:
1. Principales
dificultades que pueden darse en la vida adulta:
-Dificultades
de relación social, problemas para tener amigos o profundizar en las
relaciones, poco éxito en sus intentos de entablar amistad.
-Dificultades
para el trabajo en equipo, para comprender el mundo mental de los otros y el
propio, incapacidad para entender claves sociales que le ayuden a regular su
conducta.
-Ansiedad y
depresión.
-Problemas para
tomar decisiones.
-Dificultades
para manejar relaciones de pareja.
2. Cualidades y
aspectos positivos de los adultos Asperger:
-A pesar de sus
problemas, son capaces de generar estrategias alternativas para manejarse en el
mundo social.
-Suelen ser muy
nobles y dicen en cada momento lo que piensan.
-Cuando su
trabajo se ajusta a sus intereses y tiene poca demanda social suelen tener
éxito profesional.
-Suelen ser
perfeccionistas a la hora de realizar cualquier tarea.
3. Necesidades
específicas de los adultos con síndrome de Asperger:
-Terapias
centradas en mejorar la autoestima y favorecer un autoconcepto positivo y
realista.
-Asumir que tienen una forma peculiar de percibir e interpretar el mundo que les rodea, pero que no por ello son enfermos.